Donde dije "Boom", digo "Pum"

¿Recuerdan?


¡Sí, Batman! Aquella fabulosa serie que muchos de nosotros disfrutamos de niño y que nos restó importancia, llegando incluso a la admiración, que un tipo vestido con leotardos grises y algo excéntrico era lo más guay del mundo. Dejando a un lado las pintas de estos peculiares héroes, la fachada de los villanos o las tramas de la serie y recordando de ante mano que estamos hablando de una producción de los años 60... lo cierto es que la cabecera me va de lujo para presentar el tema del cual quiero ocuparme en esta entrada: las onomatopeyas.

Ya saben, onomatopeya.
(Del lat. tardío onomatopoeia, y este del gr. ὀνοματοποιΐα).


1. f. Imitación o recreación del sonido de algo en el vocablo que se forma para significarlo. Muchas palabras han sido formadas por onomatopeya.

2. f. U. en algunos casos para referirse a fenómenos visuales; p. ej.tic nervioso, zigzag.

3. f. Vocablo que imita o recrea el sonido de la cosa o la acción nombrada.
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Y eso es precisamente lo que hace Batman cada vez que se lía a tortas con algún enemigo. Lo hace Batman, Superman, Goku, etc... pero, ¿esos puñetazos que arrean nuestros héroes suenan igual en todos los idiomas? Golpeemos:
  • Español: ¡Zas!
  • Inglés: Pow!
  • Alemán: Krak!
  • Francés: Bing ! / Splaf ! / Tchac !

Tras este ejemplo, ya podemos comprobar como no se utilizan las mismas onomatopeyas para representar un mismo sonido. Cada idioma se encarga de la producción de sus propias palabras y esto es otro elemento a tener en cuenta al realizar una correcta traducción de un texto gráfico.

Veamos ahora algunos ejemplos más y observemos como van variando según su idioma:

Piolar
  • Español: pio, pio 
  • Inglés: cheep, cheep / tweet
  • Alemán: tschiwitt
  • Francés: cui, cui

Cañón disparando o arma de fuego
  • Español: pum
  • Inglés: bang / boom / pow
  • Alemán: päng
  • Francés: pan
Ladridos
  • Español: guau, guau 
  • Inglés: woof, woof / arf, arf
  • Alemán: wau, wau
  • Francés: ouaf, ouaf
Estornudo
  • Español: ¡Achís! 
  • Inglés: Achoo!
  • Alemán: Hatschi!
  • Francés: Atchoum
Cabra / Oveja
  • Español: beee 
  • Inglés: naa
  • Alemán: maehh, maehh (baehh, baehh para la oveja)
  • Francés: bêê
Cerdo

  • Español: oink / oinc 
  • Inglés: oink
  • Alemán: grunz
  • Francés: groin, groin
Aullido
  • Español: ¡auuu!
  • Inglés: owooooo
  • Alemán: huh
  • Francés: ooouh
Aplausos
  • Español: ¡plas, plas!
  • Inglés: clap, clap!
  • Alemán: klatsch, klatsch!
  • Francés: clap, clap ! / klap, klap !
Beso
  • Español: mua
  • Inglés: smooch
  • Alemán: schmatz
  • Francés: muac!

¿Increíble? Bueno pues atiendan a esta otra curiosidad:
  • Aunque en principio las transcripciones sonoras no conllevan ningún tipo de copyright, han de saber que la popular Marvel Comics registró dos onomatopeyas por ser de creación propia. Una era para imitar el sonido de Spiderman al lanzar su tela de araña (thwip!) y la otra la correspondiente al sonido de las garras que salen de los puños de Lobezno (Snikt!):




Después de tanto ruido gráfico toca dar una explicación a todas estas variaciones lingüísticas:

Según Saussure, uno de los lingüistas más importantes del siglo XX, el signo lingüístico es arbitrario, es decir, que un objeto cualquiera reciba un substantivo para mencionarlo no significa que dicho substantivo sea exclusivo para su mención. Por ejemplo: cualquier castellano-hablante designa al mueble que se utiliza para el descanso del cuerpo "cama", lo cual es arbitrario. Sin alejarnos del castellano, en un registro vulgar escucharíamos para mencionar a dicho mueble la palabra "piltra", con lo cual ya obtenemos una variación. Así que, no hay ninguna norma que nos exprese la obligación o exclusividad de llamar a este objeto "cama" en lugar de "Bett", "bed", "lit", etc.

Dicho principio lingüístico también se aplica con las onomatopeyas. Que el perro haga "guau, guau" es algo arbitrario, es la transcripción que aplicamos en nuestro idioma, pero no es un signo común para todos.

A parte de las normas lingüísticas, con las onomatopeyas encontramos también un intento de reproducir el sonido gráficamente. Una reproducción que a la hora de articularlo con fonemas está sujeto en cada idioma a diferencias fonéticas variando, por consiguiente, la transcripción del sonido.

Es por ello que en una onomatopeya nos proporciona información arbitraria y subjetiva del idioma que la desarrolla.

Para acabar quisiera hacer un pequeño inciso sobre la producción de las onomatopeyas en las lenguas anglosajonas como el inglés o el alemán. En tales idiomas es muy frecuente la creación de onomatopeyas a partir de la base verbal del objeto que produce el sonido en cuestión:

cerrar una puerta (en inglés): Slam! / producido a partir de la expresión "Slam the door".
sollozar (en alemán): schluchz! / producido a partir del verbo schluchzen.

En dichas creaciones se mantiene por igual el principio de arbitrariedad y subjetividad.

Tras este breve y silencioso catálogo sonoro, solo falta recomendarles que agudicen bien sus oídos y ojos a la hora de traducir las onomatopeyas, pues también nos exprimen, con gran talento, una información muy útil.

¡Y se acabó!

Mortadelo y Filemón: el caso de los problemas idiomáticos y culturales.

Mortadelo y Filemón, la historieta cómica más famosa de la cultura española, de la cual creo sobran las presentaciones, habla desde hace años diferentes idiomas. Y es que el famoso cómic de Francisco Ibañez se puede encontrar traducido en más de una docena de idiomas, de los cuales destaco para este artículo sus adaptaciones en alemán y francés.

Siendo gran admirador de estas magníficas historietas, la primera dificultad que me viene a la cabeza, poniéndome en la piel de un traductor alemán, es la solución del uso de los regionalismos que aparecen en determinadas escenas. Leyendo estas obras podemos encontrar personajes o caricaturas de personalidades que por su procedencia, emplean un registro regional en su habla para estereotipar más al personaje. De este modo, si aparece Jordi Pujol sus intervenciones irán acompañadas de frases "clichés" catalanas como: la pela es la pela; es clar; entre otras.

¿Cómo resuelve este problema un traductor alemán para que sus paisanos puedan recibir un mensaje similar al texto original? Sabiendo que Alemania cuenta con un gran número de dialectos, ¿soluciona el traductor este problema de idiomas regionales españoles empleando equivalencias con los dialectos alemanes? Vamos a comprobarlo con un ejemplo:




Referente a la cuestión que planteaba, podemos comprobar como la versión alemana omite totalmente el "ceceo" que emplea en su habla el personaje que representa ser Felipe González adoptando un correcto alemán. En este caso el traductor decide no complicarse la vida entendiendo el traductor que no es un elemento significativo para la comprensión del dialogo y su mensaje final.

En cambio, la adaptación sí recurre a la incorporación de la expresión inglesa "Fuck off" para enfatizar la declaración del Primer ministro inglés. Así que la versión alemana deja de lado, por lejanía cultural, todos aquellos ámbitos más cerrados de nuestra civilización y sí apuesta por los aspectos más internacionales.

El segundo elemento que me sorprende es el dialogo que encabeza Helmut Kohl en la tercera viñeta, donde la versión alemana realza aun más su enfado con un claro "Idioten", ya que al parecer el gesto que representa la imagen no es del todo clara para la comprensión de los alemanes, sarcásticamente hablando. Obviamente se trata de una interpretación del traductor, solo que a mi parecer, la inclusión de este calificativo no era del todo necesaria.

El último y más sorprendente aspecto reseñable es la aparición de una viñeta totalmente diferente en la obra traducida respecto al original, creando una modificación parcial de la escena. Mientras la obra original recurre a una escena reconciliadora, la versión alemana eleva todavía más la ira de los políticos ensalzándose en una batalla campal.

¿Sorprendidos? Y en cuanto a nuestros vecinos los franceses, ¿cómo tratarán a los buenos de Mortadelo y Filemón? ¿Adaptarán la obra de manera fiel al original o nos encontraremos ante un traductor descendiente de Napoleón que afrancesará a nuestros protagonistas? Analicemos:



Bien, podemos distinguir como el título de la historieta en francés ha variado ligeramente por: Las diez llaves pequeñas; pero sinceramente eso es lo de menos, ya que lo sorprendente de este ejemplo es como el traductor francés cambia la expresión "alguien debe haber puesto el dedo", en alusión al timbre, por "me gustaría que el mandado se fuera a cocer un huevo", relacionando la cita con el disfraz de gallina que viste Mortadelo.

Sobre el nombre de la organización en la cual trabajan estos personajes, la T.I.A., vemos que no sufre modificación alguna. Obviamente, para nuestra cultura este nombre no es fortuito pues se emplea en clave de humor, clave que la versión francesa pierde con su traspaso literal.

No obstante, para no ser tan severo con las comparaciones, puedo decir que la versión francesa me parece una adaptación más exacta que la alemana, ya que sigue con mayor lealtad su linea argumental.

Y para acabar, ¿qué tal si analizamos sus portadas?:





Traducción: Un buen olfateador no disipa... ¡ni un bicho!   X



Traducción: Somos los salvadores de la nación.   X



Traducción: La locura en... (¡glubs!) Bellacolandia.   X



Traducción: Fafa el fascinador.   OK



Traducción: El insecticida atómico.   OK


Traducción: La banda de los "apunten-fuego".   OK - X

El criterio que he utilizado con la valoración de las portadas, honestamente, corresponde a marcar como correctas aquellas portadas que el mensaje del título sea lo más parecido al original. Es por ello que repasando las portadas alemanas se nos queda una sensación de estar frente a un producto totalmente diferente al patrón de la obra española.

CONCLUSIONES: tras este reducido análisis, ya que se podría extender en forma de tesis, podemos concluir que la adaptación que más se asemeja al original es la francesa por los factores: idiomáticos (al tratarse el francés de una lengua románica) y culturales (por proximidad geográfica). Todo ello teniendo siempre en la conciencia el principio básico de la traducción que nos dice: la traducción de una obra nunca será exacta en la lengua de destino respecto a la lengua original.